En Vivo

                                               

domingo, 29 de mayo de 2011

Breve comentario Causa y Efecto



Cuando lo gradual comienza a efectuarse en el proceso espiritual, reflejamos la perceptibilidad en cuanto a la concatenación de los sucesos que atravesamos mediante la luz de progresión que vayamos acumulando dándonos cuenta la influencia del Ein Sof en nuestra pequeña estructura finita.


Bereshit El Principio Espiritual






Conectar con el Bereshit (génesis) EN PRINCIPIO, con la meta de escalera a la conexión con el Creador es la meta que se propone todo el capitulo I
Cuando vemos en los escritos la creación el comienzo (Bereshit) pasamos por los continuos pasajes que establecen conexión si aplicamos el comienzo en nuestra espiritualidad, la alegoría el dato que transporta hacia la intención de producir en ello el efecto que se produce al viajar en el interior del texto, la primer formula literal nos lleva a la alegoría de lo que realmente puede transmitirnos.
Antes de conocer al Creador como estábamos? Vacios Sin luz , sin forma?
Y cuando hubo luz que decretamos? Que fue buena?
Al hombre se le dio el dominio de toda bestia, ahora el dominio de nuestro ser es semejante a dominar nuestros impulsos, no a dominio en jerarquía de poder sino de comprender nuestras realidades básicas.
El Plan del principio, es el mapa espiritual de nuestra realidad más absoluta, son escalones hacia una diferenciación de vivir literalmente Torah, o accionarla? Lo segundo es el objetivo, pero si no pasamos por la literalidad de tener el conocimiento para que luego esa fórmula se derive en acción de crear nuestra vida a partir de los esquemas que en la Torah y EL Tanaj registran como mapas espirituales es objetivamente comenzar desde la literalidad hasta la proyección de lo alegórico y simbólico del sistema de exegesis que realizamos.





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viernes, 27 de mayo de 2011

Lekabel Or (Recibir Luz)



Uno de los simbolismos en el trayecto del mapa espiritual es la conciencia de saber que somos Luz, que ingresa atravez de la iluminación que El Ein Sof disponga otorgarnos, somos canales dispuestos a recibir o canales dispuestos a no recibir, la predisposición a centrarnos en esta etapa es la iniciación al abordaje mas cercano de un encuentro genuino con esa manifestación de lo alto
Luz a las naciones o trampas oscuras que desean dejarnos a ciegas, la opción y la llave esta al alcance de quien desea portar y ser luz.-


Ratzon VOLUNTAD Parte 2



Ein Sof, La Voluntad ante el preconcepto de no hallarla, nos dirije hacia los sin limite para alcanzar un espacio de Luz Junto al poder del que todo lo puede

El Rincon del Zohar




En este espacio de video tendremos un rincon para el estudio y el conocimiento atravez del Zohar, compartiendo las luces rutilantes de semejante enseñanza, los invito a compartir este rincon y que sea de gran bendicion para vuestras vidas.



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Lekabel Toráh Sistematica



Lekabel Toráh sistemática, es el funcionamiento que otorgamos a lo largo de todas las horas de audios que realizamos con la intención de que su progresión sea continua en cuanto a las herramientas de lingüísticas que aparecen para irnos adecuando al lenguaje del método.
Debo destacar que para introducirnos en el ambiente propicio debemos acudir a los primeros audios de la serie sobre ¿Qué es Kabbalah? Tomando como un marco de iniciación a esta compleja transmisión, mi deseo es que puedan captar el inicio de su origen primario y es debido a ello que debemos acudir a las anteriores exposiciones que contiene esta página para luego acudir a mayor información en detalles y precisiones que daremos con nuestro corazón al poder intentar explicar las razones del porque de esta excelente herramienta que hoy consideramos LEKABEL TORAH.







Ratzón VOLUNTAD



El concepto de "ratzón" (voluntad) posee un profundo significado dentro de la Kabbalah, mucho mas amplio del conocido, en este pequeño y sintetizado audio rozamos con el acercamiento hasta encontrar la plena certeza del uso de la voluntad, que no es otra cosa que la limitada manifestacion del hombre, pero esto mediante las conexiones presisas se llegan a concatenar en la experiencia de lekabel Torah

miércoles, 25 de mayo de 2011

Lekabel Torah Tv



Hemos lanzado una conexion desde el punto de encuentro



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Zohar Bereshit (Por Daniel Ginerman)



Un buen comienzo para desplegar las alas de espiritualidad y conocer viviendo cada suceso sorprendente que cada uno de nosotros podriamos alcanzar.

martes, 24 de mayo de 2011

Que es Kabbalah



Mucho se ha contemplado en cuanto a la Kabbalah, de por si ya su nombre se ha transferido en diferentes épocas, algunos llamaban Cabala, otros agrgaban la H final otros comenzaban con Q .En definitiva el marco histórico es también un proceso de conocimiento para tener una base de los comienzos de esta ciencia, aunque algunos no guste de dicha etiqueta o sincronismo verbal, lo importante que esta herramienta ha sido muy mal interpretada, o canalizada por quines mezclaron la sabiduría implícita en la misma y la transformaron a su conveniencia para introducir los errores que vemos mimetizado con la puesta en escena de lo que hoy llman Kabbalah. Desde aquí damos un paso inicial dentro del marco histórico de comprender al menos que es el misticismo judío.-





Los Sabios y la historia del alfabeto Hebreo


Cuentan los antiguos que, dos mil años de la Creacion del mundo, Elohim miraba feliz a las letras del alfabeto sagrado, que estaban ocultas, realmente lo interesante de esto es un recorrido que hacemos por las Letras que El Eterno utilizo para la transmision de su Torah

PRIMEROS ELEMENTOS DE UNA DOCTRINA MISTICA JUDIA



En un intento de reseña de la historia del misticismo judío hemos recordado en páginas anteriores algunas expresiones de este misticismo. Fuera de ellas, se ha de mencionar una doctrina mística judía en el período talmúdico. En el Talmud se habla de ciertas en¬señanzas místicas, se incluyen leyendas y referencias a escuelas, gru¬pos e individuos a quienes se atribuye tal doctrina. En diversos pa¬sajes aparecen enseñanzas místicas en las cuales a los místicos se los llama ''conocedores de la Gracia". En el Talmud se mencionan nombres de poseedores de una doctrina mística que son a la vea autoridades en materia de ritual. Leyendas que aparecen en el Tal¬mud se relacionan con el misticismo de la Mercaba (Carroza o Carro Celestial).

El Séfer Yetsirá (Libro de la Formación o Libro de la Creación) es un texto de sobresaliente importancia en el desarrollo del misti¬cismo judío. Para Gershom G. Scholem, "la existencia de tendencias especulativas gnósticos en la inmediata vecindad del misticismo dé¬la Merkabá tiene su paralelo en los escritos agrupados juntos bajo el nombre de "Maaseh Beresehit" (misticismo de la Creación). Entre esos escritos se incluye un documento que a juicio de Scholem re¬presenta ''un enfoque teorético de los problemas de cosmología y cosmogonía". Para Scholem es evidente la vinculación del Sefer Yet¬sirá o Libro de la Creación, por lo menos en cuanto al estilo y el len¬guaje, con la literatura de la Merkabá, del misticismo de la Carroza Celestial. En extremo breve, su texto, de unas seis páginas de un libro de tamaño corriente, constituye la primera composición de un trabajo científico en idioma hebreo. Distintos historiadores le han asignado diferentes fechas de composición. Para Scholem. su texto original fue redactado entre los siglos tercero y sexto de la era co¬mún; probablemente se hicieron en él algunas interpolaciones en épocas posteriores.
El Séfer Yetsirá, es, a un tiempo, el más antiguo tratado cientí¬fico en lengua hebrea y el rríás temprano estudio de la doctrina mís¬tica judía. Contiene gérmenes de un sistema fonético hebreo. El tema central del libro —se trata, insistimos, de un breve opúsculo— es la formación del mundo "en treinta y dos maneras de sabiduría representada por las 22 letras del alfabeto hebreo y los diez números de la primera decena que se llama Sefirot". El acto de creación también es diseñado con una suerte de emanación de una entidad suprema, el Espíritu de Santidad. Tratándose de una doctrina que atribuye sobresaliente importancia a los sonidos no es extraño el hecho de que el elemento central sea el aire. De éste brota el fuego como base del mundo celestial. A su turno, el agua es la base del mundo material. El segundo campo principal del más temprano misticismo judío, el de la Merkabá, está ligado con el primer capí¬tulo del libro de Ezequiel.
El Libro de la Creación termina con estas líneas: Tres cosas están en poder del hombre (las manos, los pies y los labios), tres cosas no están en poder del hombre (los ojos, las orejas y las ventanas de la nariz). Hay tres cosas penosas de oír: la maldición, la blasfemia y la mala noticia; hay tres cosas agradables de oír: la bendición, la alabanza y la buena noticia. Tres miradas son malas: la mirada del adúltero, la mirada del ladrón y la mirada del avaro; tres cosas son agradables de ver: la mirada del pudor, la mirada de la franqueza y la mirada de la generosidad. Tres olores son malos: e1 olor del aire corrompido, el olor del viento pesado, el olor de los venenos; tres olores son buenos: el olor de las especias, el olor de los festines y el olor de los aromas. Tres cosas son malas para la lengua: la habla¬duría, la calumnia y la hipocresía; tres cosas son buenas para la len¬gua: el silencio, la reserva y la sinceridad".
En otro párrafo se declara: "Y cuando Abraham, nuestro padre, lo hubo comprendido, imaginó, combinó, escudriñó y pensó, y todo aquello le salió bien. Elohim se le reveló y le aplicó el versículo:
Antes de haberte formado en el seno (materno) te he conocido, y antes de que hayas salido del vientre te he santificado, te he puesto como profeta entre las naciones: (Elohim ) hizo (de Abraham) su ami¬go y celebró una alianza con él y con su posteridad".
El Séfer Yetsirá es un eslabón entre el misticismo judío más an¬tiguo y la Cabala propiamente dicha. En sus escasas páginas apa¬recen, en forma rudimentaria, la doctrina de la Emanación y la afirmación del poder místico de las letras del alfabeto hebreo. Una de sus tesis principales es que entre Elohim y el mundo hay diez Sefirot (Emanaciones, elementos creadores) que son la base de toda exis¬tencia. Ellas comprenden las tres emanaciones primarias que pro¬ceden del Ruaj de Elohim: 1) el aire espiritual, 2) el agua primaría; 3) el fuego.

Otras seis son las tres dimensiones (altura, largo y ancho) extendidas a Derecha y a Izquierda. Estas nueve, junto con el Ruaj de Elohim, forman las diez Sefirot, que son eternas. Las tres pri¬meras son los prototipos ideales de la Creación que se hicieron po¬sibles una vez producido el espacio infinito, representado por las otras seis ''Sefirot".
G. H. Box observa que "mientras los tres elementos primarios constituyen la materia de las cosas, las veintidós letras del alfabeto hebreo constituyen su forma. Las letras oscilan de cierta manera en el límite entre el mundo espiritual y el mundo físico, pues la exis¬tencia real de las cosas sólo es cognoscible por medio del lenguaje, es decir, de la facultad humana de concebir pensamientos. Como las letras resuelven el contraste entre la materia y la. forma de las cosas, representan la. actividad solucionadora de Elohim; pues todo lo que es, existe a causa de los contrastes que encuentran su solución en Elohim. Por ejemplo, entre los tres elementos primarios, los con¬trastes entre el fuego y el agua desaparecen en el Rúaj, (Espíritu), que es ''aire" o ''espíritu" (aire espiritual).

Sí se habla de Cabala es oportuno señalar que no todo misticis¬mo judío es Cabala. Acaso convenga también hacer notar que no toda Cabala es misticismo judío. El nombre Cabala (Cabala en he¬breo) aparece por primera vez, en el siglo XI, en un escrito del poeta y filósofo Schlomó Ibn Gabirol. Su empleo se difundió a partir del siglo XIV. En hebreo el vocablo Cabala significa "tradición" y "aceptación". Tal vez se lo empleara para expresar "tradición acep¬tada". Hay razones para pensar que la Cabala tiene a sus espaldas una tradición mística judía. Negarlo importaría, en cierto modo. sostener que la Cabala nació y se desarrolló bajo la influencia de. factores extraños al judaismo. Esta era precisamente la opinión del historiador Heinrich Craetz. Hubo quienes intentaron vincular el Seter Yetsirá y el desarrollo inicial de la Cabala con la llamada Gnosis. Se ha de reconocer que hay en común entre la Gnosis y Cabala los siguientes elementos: la importancia asignada a la luz y sus ema¬naciones, la doctrina gnóstico de los eones que guarda alguna seme¬janza con la doctrina cabalística de las Sefirot y el misticismo de letras, que desempeña en la. Gnosis un papel secundario.
Se ha intentado sostener que la concepción de la Cabala en su aspecto emanatista remonta al neoplatonismo de Proclo. La tesis podría tener algún asidero si no mediara el hecho de que la doctrina de las "Emanaciones" en la Cabala tiene antecedentes en el misti¬cismo judío anterior al advenimiento de la filosofía neoplatónica de Plotino y Proclo. Por otra parte, se ha de señalar que algunos de los elementos del misticismo judío sólo alcanzan su madurez en la Ca¬bala medieval, especialmente en el Zohar. El centro original del conocimiento místico judío se hallaba en Erets Israel. El misticismo de la Creación, el del Carro Celestial y el del Nombre de Elohim se relacionan directamente con el idioma hebreo y la Biblia. Seguramen¬te de la Tierra de Israel llegaron a Alejandría elementos místicos ju¬díos. De Alejandría regresaron trayendo consigo elementos filosófi¬cos griegos después de haber influido en el pensamiento de origen helenístico.
La ulterior transferencia paulatina del centro del judaísmo y de los estudios judíos a Mesopotamia, naturalmente llevó consigo la tradición judía. Luego, de Bagdad se trasladó, por primera vez. a Europa.
La enseñanza del misticismo se efectuaba junto con la del Tal¬mud. Este era un método practicado por la familia Kalonymides. Esta familia se estableció primero en Lucca y luego emigró a la Renania, donde influyó en la fundación del llamado "Jasidismo alemán". Aún antes de que ello ocurriera, el misticismo judío era conocido en Italia. Ya en el siglo X Sabetai Donólo compuso, en ese país, un comentario sobre el Séfer Yetsirá. Aparecieron cantos sinagogales en los que se percibía la influencia del misticismo del Carro Celestial. Hasta en la Cabala posterior se advierte la presencia de elementos místicos del Oriente. Así, se comprueba la unidad fundamental de la doctrina mística judía a pesar de la diversidad de tiempos y lugares en que se fue manifestando. En sus ámbitos europeos al comienzo no se producía cambio alguno, pero gradualmente fue exhibiendo rastros de influencia europea, española, provenzal y alemana. La Cabala que empezaba a difundirse carece de la congruencia propia de un sistema filosófico. Ella es una combinación de filosofía, mis¬ticismo y tradición. A los adeptos y cultores del misticismo judío se los llamaba ''los que conocen la Gracia de Elohim"; algunas veces, en distintas épocas, se los llamaba "los portadores del secreto", "los estudiosos del conocimiento profundo".
En la historia de la Cabala en Europa en los siglos XI, XII y XIII se encuentran numerosos escritos anónimos. También se en¬cuentran nombres mencionados con respeto. Diversos escritos de ese período no llevan nombre de autor. En algunos casos se puede con¬jeturar mas o menos certeramente los nombres de los autores.

Filon de Alejandria y La Kabbalah



La colonia judía, de Elefantina, en Egipto, era independiente de Jerusalem, contaba con un Templo y un sistema sacrificial com¬pleto. Otro templo judío en Egipto fue construido hacia 162 antes de Mashiaj; fue edificado sobre el modelo del de Jerusalem y subsis¬tió hasta el año 73 de la era común, ''aunque los jerosolimitanos nun¬ca hayan reconocido los sacrificios que se celebraban allí". La Diáspora egipcia adoptó rápidamente la civilización helenística y la lengua griega. En tales circunstancias se hizo necesaria una tra¬ducción de los Libros Sagrados al griego. A mediados del siglo III se emprendió esta traducción. Según una leyenda la hicieron 72 ancianos en 72 semanas. Por eso se la llama "Septuaginta" o ''de los Setenta". En la Septuaginta se pone de manifiesto de parte de los traductores una tendencia a suavizar los antropomorfismos de la Biblia. La noción de Elohim , inmutable y trascendente, aparece como compatible con la Razón.
La filosofía griega influyó en la cultura del judaismo alejandri¬no. La personalidad prominente del pensamiento judío en Egipto fue Filón de Alejandría, que vivió del año 20 antes de Cristo hasta el año 45 de la era común. En él, el pensamiento griego (sobre todo, estoico y platónico) se ha fusionado con la religión judía. La exégesis alegórica le permitió a Filón encontrar en el Pentateuco las ideas de la filosofía. Para Filón era cierto que Elohim es Creador del mundo, pero Filón vincula esta creencia a la doctrina platónica de las Ideas y a la doctrina estoica del Logos (Razón del mundo). "El primer día de la creación Elohim concibió en Su pensamiento o Su razón (Logos) el mundo de las Ideas, es decir, el mundo pensado, modelo del mundo sensible. Pero, al final de cuentas, el Logos es idéntico a la Sabiduría y a la Ley revelada. Elohim actúa mediante fuerzas o dynameis que participan del Logos. A veces Filón las asi¬mila a los ángeles. ''El hombre es la imagen de un hombre celestial o del Logos. Posee un cuerpo mortal y un alma inmortal. Así, ocupa un lugar intermediario entre el mundo divino y el mundo material. En este mundo vive en la ignorancia y la desobediencia; pero, por intermedio del Logos, puede tener parte en Elohim. La revelación bíblica, la Ley, fundamentalmente idéntica al orden del mundo, con¬duce al hombre por el camino de la perfección. Por el esfuerzo y la ciencia puede el hombre acercarse a Elohim . Pero sólo por la fe, es decir, por la convicción de que Elohim existe y la confianza en Su Providencia, puede tener una comunión real con El".
De esta manera Filón propone una síntesis de religión revelada y filosofía. La suya es una filosofía helénica por la forma y judía en su contenido.
En su libro La evolución del pensamiento judío señala Jacob Bernard Agus que la exposición de Filón no carece de matices del tipo de misticismo asociado con la. adoración egipcia de Isis, es de¬cir, el progreso de los santos hacia la perfección por medio de la unión con el principio femenino. El mismo Agus observa que la suposición de dos verdades, la de los iluminados místicos y la de los feligreses comunes, preparó el terreno para el surgimiento en siglos posteriores de ciertas peculiaridades del dogma cristiano. Al comen¬tar la aparición de los tres ángeles a Abraham, Filón escribe: ''De modo que, verdadera y propiamente dicho, la medida de todas las cosas inteligibles y de las sensibles es el Elohim Unico, que, si bien constituye una unidad en sí mismo, aparece como una trinidad a causa de la debilidad de los observadores".
En sus reflexiones Filón postula una unidad orgánica interior de esa enseñanza secreta que se relaciona con la Ley escrita del mismo modo que el alma se relaciona con el cuerpo. "Así, agrega Agus, los judíos helenísticos no dejaban de estar preparados para un mensaje que opondría el espíritu a la letra''.
Los sabios palestinos no incluyeron los textos de Filón en los escritos sagrados del pueblo judío. Sin embargo, las ideas básicas de Filón, a través de conductos subterráneos, hallaron eco en pasajes diseminados del Talmud y del Midrasch (Comentario). Aunque en formas muy modificadas, las doctrinas de Filón reaparecen en obras precabalísticas y en las de la Cabala de siglos posteriores. Pe¬ro, fue en los ambientes intelectuales cristianos donde obtuvieron más resonancia las enseñanzas de Filón.
Dos características distinguen particularmente a la religión de Filón de Alejandría: su método de interpretación de la Escritura por alegorías y sus teorías sobre seres intermediarios entre Dios y el mun¬do y sobre el Logos,. El vocablo Logos es la traducción griega del vocablo hebreo ''Davar", al cual también los rabíes prestaron aten¬ción. Filón emplea el vocablo Logos con distintas acepciones; en ocasiones habla de logoi como designación de los ángeles, en plural. Logos es para él el instrumento de creación, o como lo primero creado o el Creador mismo. Tenía Filón una elevadísima estimación por la figura de Moisés y a él dedicó uno de sus libros. La Ley mosaica era para él como una reflexión y continuación de la ley de acuerdo con la cual fueron creados cielo y tierra. Filón influyó en el misticismo judío menos que en el cristiano.
Recuérdese que el misticismo es algo esencial en la literatura apocalíptica. Esta literatura comienza con pasajes de ciertos libros de la Biblia y continúa en escritos no incluidos en el canon hebreo. Reaparece en el Nuevo Testamento, en el Apocalipsis de Juan. Tam¬bién en otros escritos asume formas cristianas. Se trata de composiciones en las cuales a uno ojeada en el mundo suprasensible de Elohim y los ángeles, concedida al místico, en un sueño o visión, sigue un cuadro del futuro y del fin postrero de Israel y la humanidad. El mismo tema constituye la parte más importante en el misticismo judío más antiguo, el misticismo de "Maasé Merkabá", misticismo de la Carroza o del Carro Celestial. En la literatura apocalíptica se presenta en la modalidad de narraciones concernientes a personali¬dades humanas o casi sobrehumanas a quienes se adjudica tal visión. Trátase de personajes de la tradición bíblica: Adán, Abraham, Isaac, los doce hijos de Jacob, Moisés, Elias, Baruj el discípulo del profeta Jeremías, Sofonías, Daniel, Ezra y, prominente frente a todos, la figura de Enoch. Respecto de este último la Biblia informa que no murió, que Elohim lo tomó de la tierra y que el "muchacho", con el nombre de Metatrón, fue ascendido al lugar principal entre todos los seres angelicales. Para Ernst Müller, el libro que lleva el nombre de Enoch es en cierto modo el ámbito clásico de la ''Maasé Merkabá" del misticismo de la Carroza Celestial. Los puntos que ponen en contacto la visión apocalíptica con el misticismo judío son la enfatización ocasional de las letras del alfabeto como elementos creado¬res y la tendencia al antropomorfismo en la descripción de las reve¬laciones de la. Divinidad. Muestra también afición a lo gigantesco en medidas de tiempo y espacio. La enseñanza apocalíptica ha de¬jado su huella en el misticismo judío y, aun, en la liturgia judía.

Toráh y Kabbalah



Comenzamos un trayecto de investigacion, cuyo objetivo será emprender una relacion en el conocimiento de una sabiduria aun vedada para muchos, cuyo objetivo fue desfigurar la mas exquisita tendencia interpretativa cuyo molde no ha podido ingresar dada nuestras preconcebidas ideas no cognosible, es necesario atravezar la historia y sus comienzos, para eso abordamos este tema en su complejidad, adquiriendo el material necesario para su analisis, dogamticos, religiosos, moldeados, abstenerse



El alfabeto sagrado tiene 22 letras consonantes , consideradas como fundamentales para la Creación,. Estas según la tradición cabalística, mas allá de la historia , lo importante es el trayecto de conducción para el conocimiento de las Letras que El Eterno dejo plasmada en Los Profetas y Sabios para que hoy lleguen a nosotros en forma practica recorriéndolas para acentuar nuestro conocimiento .



Introduccion


Como los misticismos de otras religiones, el misticismo judío es una actitud mental que traduce el empeño del creyente por lograr y mantener la comunión con Elohim. En el judaísmo talmúdico, a pe¬sar de que se señalen en el Talmud expresiones místicas, comunión del devoto con Elohim es una consecuencia de la observancia de los preceptos. En camino, en el misticismo dicha comunión es lo prime¬ro y puede llegar a originar el éxtasis.
Difieren las opiniones de los investigadores acerca de cuándo comenzó en la historia judía el misticismo como germen de pura espiritualidad. Según algunos autores, en las Escrituras ya se encontraría el núcleo de todas las ulteriores manifestaciones misticistas en el judaísmo. Para otros, el misticismo es una aberración pasajera, na¬cida de la desesperación y la ignorancia en determinados momentos después de los tiempos bíblicos.
El misticismo judío se presenta simultáneamente en dos moda¬lidades: una devocional o práctica, y una intelectual o especulativa. En la primera, el misticismo acentúa aquellos aspectos de los pre¬ceptos que sirven para promover la directa comunión entre el devoto y Elohim. Consiguientemente, atribuye una muy singular importancia a la plegaria. En su modalidad especulativa se dedica de manera especialísima a diseñar y subrayar el enlace o los enlaces entre el Creador y el Universo. En esta modalidad tiene el misticismo judío estrechas afinidades con la filosofía religiosa judía de la Edad Media, en cuanto esta filosofía se ocupa con indagar la relación entre Elohim y Mundo. Pero hay una diferencia en el método de encarar el pro¬blema principal y los temas subsidiarios.
Ernst Müller, en su "Historia del Misticismo Judío" presenta lo distintivo entre filosofía religiosa y misticismo señalando que el misticismo opera de lo desconocido a lo conocido. Su intuición no es más capaz que la lógica filosófica de captar la verdadera índole de Elohim. Pero, a diferencia de la filosofía, es capaz de constituir y entrelazar todo un cúmulo de seres intermediarios entre el hombre y Elohim o entre el mundo y Elohim.
Se. ha señalado que hay afinidad entre él misticismo judío y él gnosticismo, movimiento filosófico y de sincretismo religioso ini¬ciado a comienzos del siglo II y que culminó al terminar ese siglo; también hubo retoños de gnosticismo en los siglos IV y V.
El misticismo judío como doctrina- se distingue de la filosofía religiosa. En efecto, a diferencia de esta filosofía, el misticismo pre¬tende tener un conocimiento peculiar e intimo de los seres interme¬diarios entre el Creador y el mundo. La doctrina del misticismo —señala Müller— se elabora en tres direcciones: teológica, psicológica y ética. En el aspecto teológico se trata de especificar los seres in¬termediarios entre Elohim y el hombre y ordenarlos en jerarquías se¬gún sus poderes creadores y otras cualidades. En el aspecto psicoló¬gico se trata de enseñar al hombre cómo desarrollar su facultad intuicional. En el aspecto ético enseña cómo la comunión con Elohim puede aplicarse en la vida y la conducta del hombre.
Se suele distinguir en la historia del misticismo judío cuatro períodos: el período bíblico, durante el cual no se elaboró una "teo¬ría" mística, pero en el que era particularmente intensa la vida re¬ligiosa, con un matiz que puede ser considerado como anunciador de lo que se llamaría conciencia mística; el segundo período es el de la más antigua enseñanza esotérica judía, durante el cual las teorías místicas, ''todavía inmaduras abarcan casi todos los aspectos de la. vida religiosa"; el tercer período, el de la Cabala propiamente dicha, ''Se caracteriza por presentaciones sistemáticas de la doctrina mística como un todo, junto con la consideración especial de unos rasgos particulares". El cuarto es el periodo del jasidismo.



ASPECTOS MISTICOS DE LA BIBLIA

El canon hebreo comprende 24 libros que se dividen en tres grupos: Tora (Pentateuco), Neviim (Profetas) y Ketuvim (Escritos o Hagiógrafos). Se puede decir que la Tora (doctrina, enseñanza. Ley) es información, reflexión y mandamiento. Prescribe un ritual que dirige la atención del creyente a un poder trascendente al cual con¬sidera como fuente de su vida y su guía. El relato bíblico presenta las distintas fases del otorgamiento de la Ley a Moisés como acom¬pañadas de milagros que sugieren la idea de una conexión entre él mundo físico y un mundo suprasensible. Más aún, todo el ritual proscripto es estimado por algunos autores como teniendo un aspec¬to místico. En sus detalles se encontrarían referencias a rasgos del universo. Por su parte, el oficio del Sacerdote, y, en especial, el del Sumo Sacerdote, tenía, una significación irreductible a lo meramente ritual. Quienes indagan la genealogía del misticismo judío pueden comprobar una intención misticista en el hecho de que el Sumo Sa¬cerdote oficiara como intermediario del pueblo ante Elohoim y de Elohim ante el pueblo. A la bendición sacerdotal acompañaba la pronun¬ciación del Nombre Divino, que tenía como finalidad la de consti¬tuir una suerte de vínculo entre el devoto y Elohim. A este respecto es oportuno señalar que los varios nombres de Elohim en la Biblia son nombres de usos diferentes; no se trata de sinónimos. Tampoco se trata de nombres que equivalgan a Aquel a quien designan. Pero también hay quienes sostienen que sí existe tal equivalencia. No aceptan la idea de que los lugares donde mora el Nombre de YHWH no sean morada de la Divinidad misma. La invocación del Nombre de Elohim no es invocación de YHWH, de su esencia fundamental. Los pasajes de la Biblia que se refieren al acto de "llamar al Nombre de Elohim", significan que solamente el Nombre de Elohim es accesible al llamado humano, y no Su ''esencia fundamental". En los lugares considerados sagrados residía el Nombre de YHWH, pero no Elohim mis¬mo. Y el Nombre tenía, carácter sagrado. Así, el tercero de los Diez Mandamientos ordena no abusar del Nombre de Dios. El sacerdote expresaba con sus bendiciones la intención de que el Nombre de YHWH no se apartara de los hijos de Israel. Si la esencia de Elohim no es accesible al hombre, su modalidad revelada sí puede ser cap¬tada por seres humanos adecuadamente preparados para ello. Aun a los hombres más próximos a Elohim les estaba vedado el intentar captar Su esencia. En la Biblia hebrea se habla de ángeles; fuera de éste hay otros términos, de índole más abstracta, para designar sustancias intermediarias entre Elohim y el mundo. Müller observa que entre estos términos era prominente el de Kabod, que designa ''una materialización primaria de la esencia divina". El de Schejiná, tér¬mino de importancia en el misticismo judío, no aparece en la Biblia. Se aplica a la Presencia Divina en el mundo, particularmente a la presencia de Su manifestación en el Sinaí. El término Makom. lugar, espacio, se emplea para indicar "la presencia omnipotente de la Divinidad". Se explica, así, que en los tiempos talmúdicos se hubiera convertido este término en un nombre separado de Elohim. Con ca¬rácter más concreto, en la historia de la Creación aparece ''espíritu" o ''aliento" de Elohim. En el versículo 13 del Salmo LI se habla, del espíritu que penetra el mundo y que "Dios derrama sobre toda car¬ne", ''espíritu de santidad que obra en el alma humana". La ex-presión "el Rostro de Elohim" significa, también, ''directa o indirec¬tamente, la Presencia de ELOHIM". En los capítulos VIII y IX de Pro¬verbios, se personifica el concepto de Sabiduría. En diferentes pa¬sajes bíblicos se emplea la expresión ''la Palabra de Elohim". Los pro¬fetas sólo hablaron porque la "Palabra de Dios" vino a ellos, o la "Boca de YHWH" habló a través de ellos. Desde los mas tempranos tiempos bíblicos se interpretó las palabras "y Elohim dijo, que haya luz" como indicando que la Palabra de Elohimes un poder creador real. Esta interpretación alcanzó su pleno desarrollo en Filón de Alejandría, y suscitó la sentencia inicial del Evangelio de Juan: ''En el comienzo fue la Palabra".
El fenómeno psíquico del profeta es, según Müller, propio de un individuo con una estructura física y mental particular en el dominio de la sensibilidad y la intuición. Por su parte, Henri Scrouya, en su libro Las etapas de la filosofía judía, señala que para los hebreos el profeta es simplemente el hombre poseído de Elohim y "por quien la voluntad de Elohim se revela a los hombres". El mismo Serouya indica, de paso, que en períodos antiguos o modernos, en otros pueblos o en Israel hubo hombres que se adjudicaban el título de profeta cuando en realidad sólo eran videntes, adivinos, hechiceros, hipnotizadores, o bien charlatanes o locos o inspirados. A su juicio, rí auténtico profeta judío es un hecho único en la historia. La definición más clara del profeta es la de Yejézquel Kaufman: el profeta es mensajero de Elohim. A su vez, André Neher en su libro La esencia del Profetismo, señala: ''La profecía no es solamente el lugar de una revelación. Ella es la cantera de toda experiencia revelada. Por obra de la profecía lo absoluto se libra en términos relativos. Por el pris¬ma de la profecía, el tiempo de Elohim se refleja en múltiples tiempos de la historia".
Ernst Müller y otros estudiosos del misticismo judío sostienen que no puede explicarse la índole de la profecía sin el supuesto de un fondo místico o de una directa comunión con Elohim. La fuerza ética, el idealismo social y el definido monoteísmo en la profecía pueden atribuirse a obra de las facultades racionales. Pero, en dos puntos el enunciado profetice llega a alturas que no cabe compren¬der racionalmente. En uno de ellos el profeta obra con una invoca¬ción que está en la misma, línea que la certeza absoluta con que se hicieron las predicciones en la visión apocalíptica o mesíánica de distintas épocas (Isaías, Joel, Sofonías, Zacarías, Malaquías, Daniel) donde el curso natural de la historia es cumplimiento de propósitos divinos; el otro ocurre en las revelaciones suprasensibles de la Divi¬nidad (Déutero-Isaías, Ezequiel).

También el de los Salmos podía servir como un libro de secre¬tos místicos. Algunos de sus capítulos impresionan como sí pene¬traran en un reino místico que sería la fuente de la piedad y la mo¬ralidad. En el Salmo XXIX se describe como "la voz de Elohim" truena con efecto aterrador. En el salmo CXXXIX se diseña la ubicuidad de Elohim como ejemplificada en el cuerpo y en el alma del hombre. En el Salmo CXVIII se exhibe una piedad ligada a la más íntima experiencia del alma individual. También hay quienes opinan que se ha de tener en cuenta el hecho de que en el salmo CXIX co¬miencen cada ocho versículos sucesivos con la misma letra. Diríase que es como un anticipo de la. Cabala futura en cuanto ella es un misticismo de sonidos y letras. Los dos pasajes místicos más impor¬tantes en la Biblia son el relato de la Creación en Génesis y la des¬cripción del Trono Divino en Ezequiel. Estos dos temas constituyen el asunto principal de la posterior doctrina mística judía.

Al finalizar el período bíblico y en el período inmediatamente siguiente se desarrolló más intensa y conscientemente el elemento místico en la literatura judía. Pero aun entonces no hubo alcanzado la etapa de una específica doctrina secreta judía. Se produjeron en¬tonces tres movimientos de pensamiento que, aunque diferentes en¬tre sí, se hallaban vinculados con los comienzos de una doctrina mística judía. El primero se encuentra en el ancho campo de los Mídraschim (Comentarios) y de la Hagadá talmúdica. Hagadá sig¬nifica literalmente dicho o narración. Se aplica a los textos del Tal¬mud que no son de orden legislativo. La Hagadá incluye leyendas, anécdotas, reflexiones filosóficas y místicas. El segundo de esos movimientos es la exégesis alegórica de la Biblia, especialmente la de Füón de Alejandría, junto con rastros afines en viejas traducciones de la Biblia. El tercero de esos movimientos está constituido por los escritos y fragmentos apocalípticos que fueron conservados en parte en hebreo, en parte en griego y siríaco y antiguas lenguas eslavónicas. En algunas ideas de Filón nos detendremos por un momento.